Salt del Mir
Ruta del Salt del Mir
Esta vez te traigo una inolvidable excursión por las tierras de Osona, en el interior de Cataluña, que no te dejará indiferente. Se trata de un salto de agua -de hecho dos saltos de agua, si contamos el Salt del Molí también- rodeado de pura naturaleza y puro espectáculo para todos los sentidos. Es una propuesta de excursión muy asequible y fácil de emprender, tanto si vas con amigos, en familia, en pareja o incluso solo, ya que la zona es tan maravillosa que no te aburrirás ni un segundo gracias al precioso entorno en el que te verás inmerso. Lo más impresionante del Salt del Mir es su caída de 35 metros de altura, que hacen que el agua retumbe por sus paredes al caer. Y en época de lluvias el espectáculo de la caída de agua es aún más fascinante. El nombre que lleva este salto de agua se debe al Molí del Mir, un antiguo molino situado al lado del salto y que hoy en día está ya en desuso.
La clave es empezar la ruta por el Salt del Mir, y luego proceder hacia el segundo salto de agua, el Salt del Molí, que se encuentra relativamente cerca y acabará de completar tu día de excursión. La verdad es que esta ruta excursionista resulta una perfecta idea si quieres desconectar un poco de la monótona rutina de la ciudad y del estrés al que estamos todos sujetos. Ya sabes, sube hacia Osona, que en coche está a poco más de una hora de Barcelona, y disfruta de una maravillosa experiencia rodeado de naturaleza y acompañado de los tuyos.
¿Cómo llegar al Salt del Mir?
El Salt del Mir está ubicado en el pequeño y entrañable municipio de Santa María de Besora, un pueblo rural y rodeado de bosque. Tiene una altitud que lo sitúa a 870 metros por encima del nivel del mar, y lo encontrarás en la comarca de Osona, que forma parte de la província de Barcelona pero que está ubicada hacia el interior de Cataluña. Concretamente, la población de Santa María de Besora está a 30 minutos de Ripoll, capital de la comarca del Ripollés -colindante con Osona- y cuna de la Cataluña central, y a 1:30 horas de Barcelona.
Sinceramente, la mejor opción que tienes para llegar al Salt del Mir es ir en coche hasta Santa María de Besora, ya que este es un municipio muy pequeño y con pocas comunicaciones de transporte público directo desde Barcelona.
Si escoges la opción de ir en vehículo propio, tienes diversos caminos dependiendo del lugar desde el que salgas. Una opción es tomar la carretera C-17 dirección Ripoll hasta llegar a Sant Quirze de Besora, la capital del Bisaura. Desde esta localidad -dividida en dos a consecuencia del río Ter-, sale la carretera BV-52227, que llega hasta el pueblo de Vidrà y que te acercará a un restaurante donde podrás aparcar el coche y desde donde empezar la ruta hasta el Salt del Mir a pie.
Sino, hay la opción de partir desde la localidad de Santa María de Besora. Desde allí, debes coger la carretera BV-5227 que va dirección Vidrà. A un kilómetro y medio, aproximadamente, gira a mano derecha, donde encontrarás una pista de tierra -bastante bien conservada- que te llevará hasta la Masía del Mir. Allí hay un restaurante que lleva por nombre “La Cabanya del Mir”, donde podrás dejar el coche si luego vas a comer allí. La verdad es que es muy recomendable este restaurante, ya que encontrarás comida casera y familiar de buenísima calidad y productos frescos y de proximidad, además de un excelente trato por parte de los propietarios. Por el contrario, si no tienes pensado comer en el restaurante, deberás aparcar en el margen del camino que encontrarás a un ladito. Así que ya sabes, el restaurante La Cabanya del Mir es una muy buena opción tanto para aparcar como para comer de gusto.
Eso sí, el camino para aparcar en el restaurante es de tierra y es estrecho: hay que ir muy despacio y con cuidado porque solo puede pasar un coche a la vez, y encima el mismo camino sirve de entrada y salida hacia la ruta excursionista y hacia el restaurante. Desde el aparcamiento al Salt del Mir propiamente, hay un trayecto de aproximadamente unos 30 minutos andando, tiempo que puede variar ligeramente según el ritmo que lleves. Justo al salir del parking, verás un cartel que nos indica de manera clara el camino a seguir para llegar a nuestra destinación. Verás, además, que todo el trayecto está perfectamente indicado. Así, al empezar la ruta, no te perderás en ningún momento. Su punto inicial lo podríamos situar justo aquí, donde hay un camino que gira a la izquierda y nace desde un cercado con caballos. Allí seguirás bajando -toda el camino es de bajada- y, poco a poco, te irás adentrando en pleno bosque.
Otra opción de la que dispones es llegar hasta aquí mediante transporte público, aunque, como ya he dicho, es más complicado y farragoso. La idea es coger un bus que sale desde Ripoll, pero, claro, esta opción presupone que antes deberás haber ido en bus o tren desde Barcelona u otras partes de Cataluña hasta Ripoll, y por lo tanto el trayecto se alarga bastante. De vuelta desde Santa María de Besora a Ripoll también deberás coger el mismo bus, que es el 25 y encuentra su parada en el Carrer de Dalt de Santa María de Besora.
Que ver en el Salt del Mir: ruta excursionista
Tal como he comentado antes en el post, el Salt del Mir tiene una caída de 35 metros de altitud, y por lo tanto, sobretodo en época de lluvias supone todo un espectáculo, ya que lleva mucha cantidad de agua. La ruta simple a pie hasta este maravilloso lugar tiene una distancia de unos 4 kilómetros a través de los cuales nos adentraremos en el espeso bosque de la cara norte de la Serra de Bellmunt, que recorre desde el municipio de Orís hasta el de Sant Pere de Torelló, y cuenta con una elevación máxima de casi 1247 metros.
Pero volvamos a la ruta a pie que va desde el restaurante “La Cabanya del Mir” hasta el Salt del Mir. Después de haber cogido el camino que va hacia la izquierda y que sale de un cercado de caballos, verás un cartel que te indica que gires hacia la derecha. A continuación, hay un puente de madera con una pequeña cascada que deberás cruzar para proseguir tu ruta excursionista. Se trata del Pont de Salgueda, un puente románico que data del siglo XIX. Justo al pasar este puente de madera, encontrarás una bifurcación: debes tomar el camino de la derecha y, al cabo de unos metros, verás una señal que te indicará seguir bajando.
Ahora, si paras atención, empezarás a escuchar un poco a lo lejos el sonido del salto de agua del Salt del Mir. Seguidamente, verás a mano derecha una pequeña cabaña en ruinas y, una vez pasada, hay que girar hacia la derecha. A pocos metros, el camino se divide y debes seguir caminando por el de la izquierda. Los árboles, entre los cuales destacan los hayedos y dan sensación y vibraciones de la famosa Fageda d’en Jordà, te acompañarán durante todo el trayecto y te harán sentir que estás como en un cuento de hadas. La verdad es que es una ruta muy agradable y entretenida.
Más adelante, hay que tomar el camino que está indicado mediante una señal y que pone “Mirador”. Pasarás entonces por un antiguo molino harinero y podrás ver sus ruinas. Es un rincón muy bello y que está totalmente integrado en la naturaleza del lugar.
Empezamos el último tramo. Se trata de seguir bajando hasta encontrar el último cartel, que pone: “El Salt”. A escasos metros encontrarás unas escaleras de madera y verás un pequeño mirador desde el que se puede contemplar la cascada desde una diferente perspectiva que no tiene desperdicio alguno. Y, si sigues bajando las escaleras hasta el final, llegarás por fin al salto de agua, es decir, a los pies de la cascada del Salt del Mir.
Una vez aquí puedes aprovechar para reponer fuerzas y descansar. Una buena manera de hacerlo es maravillarte por el paisaje, observar el agua al caer desde los más de 30 metros de la cascada, e incluso remojarte un poco. Ahora ya si, es hora de volver al aparcamiento donde está el coche. Se hace por el mismo camino por el que habrás venido. Eso sí, esta vez, en lugar de bajada, el sendero es de subida, por lo que posiblemente tardes un poquito más en hacer el camino de vuelta que el de ida.
Cuando llegues al aparcamiento de nuevo, lo mejor que puedes hacer es ir a reponer fuerzas al restaurante. Ve a comer a “La Cabanya del Mir”, no te arrepentirás. Los menús y la carta caseros están riquísimos y será un premio para tu paladar y tu estómago merecidisimos después de la caminata.
Salt del Molí
Después de haber comido y repuesto fuerzas y energías en La Cabanya del Mir, puedes decidir alargar el día de excursión y aprovechar que aún te quedará toda la tarde por delante para ir hasta el Salt del Molí, otro salto de agua que se ubica relativamente cerca del Salt del Mir. Concretamente, el Salt del Molí está en el municipio de Vidrà.
Para llegar aquí, debes retroceder con el coche hasta coger de nuevo la carretera BV-5227, que te llevará hacia el municipio de Vidrà, situado a unos 6-7 kilómetros de distancia. Esta vez, la opción más viable es dejar aparcado el coche en la plaza del pueblo, donde habrá espacio de sobras porque es un pueblo poco turístico y concurrido. Dirígete hacia la Masia Cavaller y, una vez pasada, a mano derecha verás un cartel que indica el inicio de la ruta hacia el Salt del Molí.
Unos pocos metros más adelante, encontrarás una masía donde se vende todo tipo de productos artesanales de la zona, como embutidos y carnes. Es una agradable idea pararse a comprar un souvenir de la zona o simplemente reponer fuerzas comiendo alguna de sus delicateses. Ahora hay una bifurcación donde puedes escoger: si vas hacia la derecha, el camino te llevará hasta el Salt del Molí a través de la Tosca de Degollats; en cambio, si vas hacia la izquierda, la ruta te va a llevar hacia tu destinación a través del Pont de Salgueda.
La opción que yo elegí es ir a través del Pont de Salgueda (que data, según una inscripción, de 1846), que consta de un camino en bajada empinada con muchas piedras hasta que llegues al puente. La ruta baja hasta que pasarás por delante de las ruinas del Molí vell y del Molí nou de Salgueda, que son molinos de harina que ahora están cubiertos de vegetación.
Después de cruzar el puente en cuestión, continuamos en dirección hacia el Salt del Molí y, en pocos metros, habremos llegado por fin. Es el momento perfecto para disfrutar de las increíbles vistas de este salto de agua de unos 20 metros de altura que dan lugar a una poza. Una vez aquí, puedes aprovechar para remojarte en la cascada.
Ahora, para volver al punto de inicio, puedes girar y volver por donde has venido, o bien continuar hacia un camino que sale a la izquierda. Debes cruzar el río a través de unas piedras que encontrarás por el camino y que hacen de pasarela, siguiendo las marcas de pinturas blanca y amarilla que hay en unos árboles. Una vez superado este tramo, hay que retomar el camino, esta vez un sendero empinado que va hacia arriba.
Una vez se llega a la cima, verás indicado en un cartel de madera el Salt del Molí y la Tosca de Degollats. Si, por lo contrario, quieres dar por finalizada la excursión, puedes girar hacia la derecha y hacer el camino de vuelta hacia Vidrà. Y es que debes tener en cuenta que la ruta excursionista hasta el Salt del Molí es de 4 kilómetros de distancia, con una dificultad media, y que en total tardarás unas 2 horas a pie en recorrerla toda (si haces paradas, sino, el trayecto se hace más corto). Si decides continuar, hay que seguir por el sendero que te indicarán los carteles en dirección a la Tosca de Degollats. Sea como sea, puedes escoger la opción que prefieras.
Además, antes de llegar a la Tosca de Degollats, puedes elegir subir hasta el Santuario de Bellmunt, que se encuentra a 1.246 metros de altura y está edificado directamente sobre la roca; o bien seguir el sendero descendente que llega hasta la masía de Forat Micó y, desde aquí, hasta Sant Pere de Torelló. Eso sí, ten en cuenta que esta excursión es bastante larga.
Cuando llegues de nuevo a Vidrà, encontrarás justo delante del pabellón deportivo del municipio unas mesas de picnic con un parque infantil, ideales para reponer fuerzas después de la excursión. Y, si vas con los más pequeños de la casa, se lo pasarán genial jugando en el parque infantil mientras tú descansas en las mesas. ¡Una jornada digna de emmarcar!
¿Dónde comer y dónde dormir en el salt del Mir?
Si eres de los que prefiere tomarse las cosas con calma y aprovechar tu subida hasta la comarca de Osona para pasar unos días de desconexión, te traigo algunas opciones a buen precio para que puedas alojarte una o más de una noche.
Una buena opción, sobre todo si vas en familia, es el Camping Vidrà (situado en el municipio de Vidrà, evidentemente). Este lugar cuenta con bungalows, cabañas y zonas de acampada como alojamientos, así como un bar restaurante y una piscina para todos los usuarios del camping.
En cambio, si prefieres una opción un poco más íntima, tienes el Hotel Serrasolsas, en Vidrà, con habitaciones individuales o dobles, servicio de restaurante -por cierto, buenísimo el menú- y hasta una tienda de productos básicos.
Otra opción que tienes es reservar alguna masía o casa rural de la zona. Entre las múltiples opciones de las que dispones, se encuentra la Casa Rural Mas Pla de Besora, la Casa Rural Can Cisquet o, si buscas un alojamiento un poco más económico, el albergue rural El Negre. Por otro lado, está la masía de Can Font de Ciuret, situada en el término municipal de Vidrà y a tan solo 4 kilómetros de Santa Maria de Besora. Esta es una de las opciones más económicas (25€ por noche) y tiene capacidad para 6 personas, con 3 dormitorios y 4 camas; además de tener una atención y un trato excelente hacia los clientes.
Si nos centramos en lugares donde poder comer, también dispones de distintas opciones interesantes a destacar. En primer lugar, como ya he comentado en este post, está el restaurante “La Cabanya del Mir”, en Santa María de Besora. Aquí, la relación calidad-precio se cumple con creces y el trato familiar y la comida casera y tradicional te van a conquistar el paladar.
Por otro lado, encontramos el restaurante que hay en el Santuari de Bellmunt, con productos locales de kilómetro 0 y una gran calidad culinaria. Las especialidades de la casa son el arroz de raíz valenciana, las carnes a la brasa y las croquetas al horno, así como un acurado surtido de embutidos procedentes de la comarca de Osona.
Finalmente, si prefieres escoger una opción más light y simple, en el mismo municipio de Vidrà hay en Bar Els Caçadors, situado en la calle Puigsacalm, y donde el trato familiar también es su especialidad.
Se puede hacer vivac?
Tendrás que preguntarlo en el ayuntamiento si en el Salt del Mir es posible.
No conocía esta bonita ruta del salt del Mir voy a ir este fin de semana con mis amigos
Muchas gracias por el comentario! Es muy bonito el salt del Mir!