Mirador de Horta
Todas las ciudades tienen un lugar estratégico desde donde poderlas observar en la distancia y podernos maravillar de su skyline desde las alturas. En Barcelona, como no podría ser menos, hay varios miradores a lo largo y ancho de la ciudad. Eso sí, hay uno que destaca por encima de los otros: estoy hablando del mirador de Horta. Este es uno de los mejores lugares de toda la ciudad para tener unas impresionantes vistas de Barcelona, el mar y el horizonte.
Además, este lugar no es solamente famoso por sus vistas a la bonita ciudad mediterránea, sino que el columpio que encontrarás a pocos metros del mirador actúa como una atracción turística más para la ciudad, y nos brinda la posibilidad de tomar algunas impresionantes fotografías para fardar en Instagram de la ciudad de Barcelona, os dejo un post de sitios donde hacer fotos en Barcelona. De hecho, las redes sociales han ayudado mucho a viralizar este mágico rincón, por lo que, a veces, puede ser que acudas al lugar y no encuentres el columpio, ya que de tanto en tanto el Ayuntamiento lo tiene que reinstalar y restaurar a causa de la sobre-masificación turística o algunas personas incívicas.
Sea como sea, haya o no haya columpio -te recomiendo que lo mires antes de ir al lugar por Instagram y así no te llevarás sorpresas- , el mirador del barrio de Horta es una parada obligatoria si estás pasando unos días de visita en Barcelona, o si simplemente eres de esta ciudad o sus alrededores y quieres hacer una actividad diferente y pasar una bonita y relajada tarde con tus amigos, pareja o familia. Los atardeceres desde aquí no tienen desperdicio alguno, te lo aseguro.
¿Cómo llegar al mirador de Horta?
Concretamente, este mirador se encuentra en el kilómetro 10’5 de la carretera que va del barrio de Horta (Barcelona) a la ciudad de Cerdanyola del Vallès, que es la BV-1415. Este espacio se sitúa en la conocida montaña de Collserola, que hace de puente entre la ciudad de Barcelona y el resto de poblaciones del área metropolitana. Por lo tanto, el mirador está en pleno Parque Nacional de Collserola, el mayor pulmón verde de la ciudad condal.
Dispones de distintas opciones para acceder a este mirador. Sin embargo, la más habitual es hacerlo en coche, ya sea con tu propio vehículo, en taxi, o con un coche alquilado en Barcelona, en el caso que estés pasando unos días de visita turística a la ciudad y ya hayas alquilado un vehículo para todos los días. Sea como sea, la cosa es tan fácil como poner en el navegador “Mirador d’Horta” o “Mirador de Mundet”, y sin demasiadas complicaciones, llegarás al lugar en un abrir y cerrar de ojos. Además, lo mejor de todo es que delante del mirador hay un parking gratuito.
Exactamente, si vienes desde la misma ciudad condal, deberás cruzar el Túnel de la Rovira y seguir hacia la Avinguda de l’Estatut de Cataluña, hasta llegar a la entrada de la Ronda de Dalt. Justo antes, encontrarás una rotonda a partir de la cual debes coger la salida de la derecha, hacia la carretera BV-1415 dirección Collserola. En un par de kilómetros, habrás llegado al mirador en cuestión y podrás aparcar el coche en el parking gratuito que te he mencionado. En cambio, si vienes desde fuera de Barcelona, la mejor opción que tienes es coger la salida 4 de la Ronda de Dalt y desde allí, dirigirte hacia la carretera BV-1415 siguiendo el mismo recorrido que te acabo de explicar.
Por otro lado, si prefieres acercarte al mirador en transporte público, debes coger la línea verde (L3) y bajarte en la parada de Mundet. Desde allí al mirador tienes unos dos kilómetros que deberás hacer a pie y en los que te enfrentarás a una subida pronunciada. Así que, si quieres ir caminando hasta el “Mirador de Mundet” y hacerte una excursión, recuerda ir con fuerzas suficientes -¡desayuna bien! y un calzado cómodo y apto para la ocasión.
También tienes otra opción muy recomendable para llegar allí gracias al transporte público: el bus. La parada más cercana que encontrarás es la del Tanatori de la Vall d’Hebron, situado justo en la rotonda en la que empieza la carretera que va de Horta a Cerdanyola del Vallès. Los autobuses que paran justo en este punto son el V25 y el 102. Una vez te sitúes en esta parada, hasta llegar al parking de coches con el mirador en cuestión tienes unos 15 minutos andando aproximadamente, por lo que puedes aprovechar para darte un agradable paseo con unas bonitas vistas de Barcelona.
El columpio de Barcelona
Como he avanzado antes en este post, el columpio -que se ubica a escasos metros del Mirador de Horta- es uno de los mayores atractivos turísticos de este lugar, ya que da un toque de encanto y magia al espacio, a la vez que nos da la oportunidad de obtener algunas preciosas fotos desde una perspectiva original y diferente de Barcelona.
En parte, precisamente por la buena fama que tiene el columpio, puede ser que cuando vayas no lo encuentres, ya que de tanto en tanto lo retiran para restaurarlo o re-instalarlo debido a un mal uso por parte de los visitantes. Se ve que cada cierto tiempo se rompe el columpio debido al incivismo que a veces se apodera del lugar. Pero no te preocupes, si miras en redes sociales como Instagram, la gente suele colgar si el columpio está “disponible” o no esos días, así que lo puedes mirar antes de salir de excursión para saber qué esperar cuando llegues al lugar.
¿Cómo llegar al columpio del mirador de Horta?
Una vez explorado y disfrutado el mirador de Horta, debes aprovechar la ocasión para acercarte al famoso columpio. Para llegar a él, tendrás que pasar por un camino de tierra que te llevará unos 10-15 minutos de trayecto. En general, el tramo a recorrer es muy asequible, pero hay alguna parte que puede resultar más resbaladiza y por lo tanto recomiendo que lleves calzado cómodo para la ocasión.
En primer lugar, cruzamos la carretera donde hayas dejado el coche, y encaramos la subida por el camino de tierra que he mencionado. Realmente, el camino es más bien estrecho, pero podrás pasar por él sin más problemas, de hecho es habitual cruzarse con algún ciclista que hace una ruta por la zona. Cuando lleves un poco más de 5 minutos de recorrido, verás una bifurcación en la que debes escoger el camino que rompe a la izquierda, es decir, la ruta que sigue subiendo.
Uan vez aquí, el camino ya no tiene pérdida alguna: deberás seguir subiendo sin parar por un sendero que resulta alo más empinado del que venías antes de la bifurcación. Finalmente, te encontrarás con un gran árbol y, 50 metros más arriba, verás otro árbol. Es aquí, en este segundo árbol, donde se supone que encontraréis el columpio anhelado. Aun así, como a veces no está el columpio porque los tienen que ir reponiendo, puede ser que encuentres el columpio construido situado en algún otro de los árboles que hay por la zona.
Y, ahora sí que sí, podrás hacerte la famosa y esperada foto del columpio con las preciosas vistas de Barcelona y la playa de la Barceloneta al fondo, capitaneados por el cielo azul y alumbrados por el dulce sol mediterráneo.
¿Qué hacer cerca del mirador de Horta?
Ya que habrás subido hasta aquí para hacer esta entrañable excursión y disfrutar del increíble paisaje de Barcelona, te recomiendo que aproveches la ocasión para hacer algunas paradas técnicas -e imprescindibles- que se encuentran cerca del columpio más “instagrameable” de Barcelona y el precioso mirador de Horta. Todo seguido, pues, te cuento cuáles son los lugares que no te puedes perder de esta zona de Barcelona.
El laberinto de Horta
El laberinto de Horta, como el mirador de Horta, están situados en el distrito de Horta-Guinardó, tal y como indican sus respectivos nombres, en la zona norte de la ciudad. Concretamente, está ubicado en lo que fue la antigua fábrica de la familia Desvalls, en una vertiente de la montaña de Collserola. Este laberinto, además, tiene el privilegio de ser el más antiguo de toda la ciudad de Barcelona.
Este lugar nació como un jardín neoclásico en 1794, de la mano del arquitecto italiano Domenico Bagutti y bajo encargo del marqués de Llupià, Poal i Algfarràs, un hombre ilustrado que tenía todos los terrenos que hoy en día ocupa este jardín. Pero esta fase de construcción neoclásica duró hasta 1808, año en que Domenico deja de trabajar y se acaba derivando la construcción de este espacio en otro tipo de jardín: un jardín de estilo romántico, que se irá elaborando a lo largo del siglo XIX. Esta segunda construcción del laberinto en cuestión fue conducida por el francés Delavelt, responsable de las plantaciones, y el maestro de obras catalán Jaume Valls, que se encargaba de supervisar los trabajos.
La familia Desvalls, que he mencionado al principio, fue la propietaria de este maravilloso lugar hasta los años 70, cuando este laberinto pasa en manos del Ayuntamiento de Barcelona y acabará abriendo sus puertas al público en el año 1971.
El laberinto de Horta cuenta con numerosas obras de arte -sobretodo abundan las esculturas-, pero también podrás encontrar estanques, cascadas, fuentes y hasta un canal que recorre el recinto superior de los jardines. El laberinto es la mayor atracción del lugar, y está compuesto de altos ciprés cortados y cuidados a medida y precisión. Además, este recinto ha visto pasear por sus rincones a distintos monarcas, como Carlos IV, Fernando VII y Alfonso XIII. Asimismo, también ha sido escenario de diversas representaciones teatrales y otros actos culturales, ya que el lugar es simplemente precioso y te enamorarás a primera vista.
Actualmente, además, el espacio cuenta con un jardín-museo que ofrece cursos para la formación en jardinería. Lo más destacable de todo, sin embargo, es el hecho de que es considerado un Bien Cultural de Interés Local según el Inventario del Patrimonio Cultural catalán.
Jardín de les Heures
Este espacio verde en Horta-Guinardó se encuentra muy cerca del Laberinto de Horta, pero, sin embargo, no es ni la mitad de conocido. Y no es por falta de belleza, ya que este lugar tiene un encanto muy especial.
El palacio que envuelven los jardines -hoy en día convertido en una fundación universitaria- fue construido a finales del siglo XIX por el arquitecto August Font i Carreras, bajo encargo del industrial Josep Gallart Forgas.
Los jardines, en cambio, son de estilo francés y italiano renacentista, y fueron diseñados por Adrià Piera. Es por esto que abundan las esculturas, las fuentes y los estanques, haciendo de este lugar uno de los mejores de todo el distrito de Horta-Guinardó para desconectar del estrés y ruido de la ciudad sin tener la necesidad de salir de esta misma.
El lugar se estructura en tres terrazas: la más alta está ocupada por el palacio y unos primeros jardines, y la segunda y la tercera -que es la más grande de todas- albergan un enorme valor paisajístico gracias a la frondosidad de los árboles y, en concreto, de los nombrosos parterres que hay. En su conjunto, destaca la presencia de palmeras y otro estilo de árboles como las magnolias, los acacios, los cedros, las alzinas y los naranjos. En definitiva, toda una explosión para los sentidos, sobre todo si vas en primavera, donde encontrarás todo florecido y el esplendor de la naturaleza te deslumbrará.
Mirador Montbau y Mirador de la Font del Gos
Esta zona de Barcelona, al estar ligeramente más elevada que el resto de la ciudad, cuenta con una clara ventaja: tiene unas vistas impresionantes del skyline de la ciudad condal. Por esta razón encontrarás tantos miradores y sitios ajardinados por el distrito de Horta-Guinardó, ya que, situado como está a la falda de la montaña de Collserola -la montaña por excelencia de Barcelona- tiene el privilegio de tener las mejores vistas de toda la ciudad.
Además del mirador de Horta, del que hemos hablado es este post, hay también el mirador Montbau y mirador de la Font del Gos. Una muy buena idea es ir a ver el atardecer en este mirador, la experiencia es única e inigualable.
Para llegar al mirador de Montbau, tienes distintas opciones de transporte público. En primer lugar, el bus: las líneas que te irán bien son la H4, la M19 y el V25. En segundo lugar, tienes la opción del metro. Es este caso, debes coger la L3, es decir, la línea verde y bajar a la parada de Valldaura, desde donde te quedarán 25 minutos caminando hasta llegar al lugar concretamente. Otra alternativa en metro es coger la L5, es decir la línea azul, y bajarte en Horta, aunque desde aquí entonces tendrías un trayecto de unos 45 minutos andando.
Si ya estás situado en el terreno, toca caminar. La mejor opción para llegar es encarrilar el Camino de la Verge hasta que veas un cartel que indica “Camí del Gos”, y es una zona que quedó quemada de un incendio hace unos años. Después de un poco más de 500 metros caminando, verás finalmente el mirador de la Font del Gos-Montbau. Además, si te gustan las aventuras, verás que desde este punto cardinal sale un antiguo camino que ha sido reabierto recientemente, a través del cual podrás adentrarte a la naturaleza de esta montaña y descubrir nuevas partes de Collserola.
Tibidabo
El Tibidabo es el nombre que recibe esta parte de la montaña de Collserola, con la cima más alta de 516,2 metros de altitud. En esta parte de la montaña, situada en el que se llama barrio de Vallvidrera, encontrarás el parque de atracciones Tibidabo y el templo del Sagrat Cor.
El parque de atracciones es la principal atracción turística de la zona y además es conocida a nivel mundial -por lo que, ya que estás por la zona, es casi obligatoria tu parada en este lugar-. Este lugar tiene 7 hectáreas y fue construido en 1899 por Salvador Andreu, un farmacéutico de gran renombre en esa época en Barcelona. Entre las atracciones históricas, podrás encontrar el avión, que se conserva desde 1928 y que era una caricatura del modelo que hizo el primer viaje entre Barcelona y Madrid.
Finalmente, en el año 2000, el Ayuntamiento de Barcelona se convirtió en el propietario de este parque temático y lo ha adaptado a cómo está hoy en día.
Por otro lado, encontramos el la iglesia del Sagrat Cor, justo al lado del parque de atracciones. Este lugar de culto religioso era inicialmente una ermita para los salesianos, inaugurada en 1886 durante la visita de Sant Joan Bosco a Barcelona. Más tarde, en 1902, se transformó este lugar en un templo gracias a la obra de Enric Sagnier. Actualmente, este lugar es un edificio monumental neogótico que está coronado por una gran estatua del Sagrat cor, que realmente impresiona a la vista de todos los turistas de la zona. Un ascensor permite subir hasta arriba de todo y gozar de unas impresionantes vistas de toda Barcelona y el mar Mediterráneo, gracias a los 575 metros de altitud a los que te encontrarás.
Y una buenísima noticia es que justo ahora el Tibidabo ha reabierto sus puertas al público después de estar mucho tiempo cerrado debido a las restricciones por la Covid-19. ¿A qué esperas para ir y disfrutar de esta mágica experiencia junto a toda tu familia?
Espero que os haya gustado el post del mirador de Horta en Barcelona, conocéis rincones igual de bonitos como este? dejarlo en los comentarios!
Que fotos más bonitas! No conocía el mirador de horta voy a ir este fin de semana!
Te va a encantar las vistas desde el mirador son geniales!